Santa María Real de Párraces
De su trayectoria vital, la mezcla de estilos es quizás la impronta más evidente de este edificio, cuyo exterior no hace favor al magnífico interior visitable.
En término del despoblado de Párraces, dependiente de Bercial, este mágico lugar fue abadía, parroquia, granja y mucho más.... En el XVII un incendio destruyó parte de sus riqueza, algo que la desamortización completó; no obstante, la abadía supo siempre sobrevivir, hasta ahora, momento en que, restaurada parcialmente, se ha transformado en finca de eventos.
La imponente imagen del Cristo fue una compra de uno de los propietarios de la Abadía. La titular , Nuestra Señora de Párraces, talla románica de pequeño tamaño, se conserva en la iglesia parroquial de Bercial.
Su excelente ubicación, cercana al un riachuelo, el Zorita, en medio de la llanura de cereal, hicieron la Abadía de Santa María Real de Párraces un lugar privilegiado y codiciado. Nos llevaría unas cuantas páginas trazar sus peripecias y no es nuestra intención el profundizar sobre ella, pero sí mencionar que fue temprana y poderosa en la Edad Media y parte de la Edad Moderna, llegando a disputar territorios con la mismísima Catedral segoviana.
Románica fue su iglesia, de sillería y ladrillo, tan característico de la zona, una imponente construcción con numerosas capillas laterales, de la que aún sobresale su torre.