La memoria sumergida: Linares del Arroyo
Un pequeño humilladero y un altar de piedra, en la cabecera del embalse de Linares, en lo más alto, a la derecha del camino que conduce a la presa, pretenden mantener vivo el recuerdo de esta pequeña y extinta población sumergida del mismo nombre.
Linares es efectivamente uno de los más de quinientos pueblos fantasma de los embalses españoles, que el progreso sacrificó en el siglo XX e hizo desplazar de sus hogares a más de cincuenta mil personas, que rehicieron su vida en unas trescientas nuevas poblaciones creadas al efecto.
Allí mismo, el río, dramáticamente encañonado, da paso a la inmensidad del embalse de Linares, el mayor de la provincia de Segovia. Estamos en el parque natural de las Hoces del río Riaza, un valle de geomorfología espectacular y no podemos evitar traer a la memoria la historia de este pequeño pueblo sumergido, tan antigua pero tan cercana, que ha dejado ya de formar parte de nuestra geografía viva. No son meramente sensaciones, sino algo más; son sentimientos los que cruzan nuestra mente. ¿Hasta cuándo durará su recuerdo? ¿En qué momento empezó su camino hacia el olvido?