Por tierras del Marquesado de Castroserna

Una ruta por algunas de las sernas de la Comunidad de villa y tierra de Sepúlveda, que fueron parte del Marquesado de Castroserna. Se trata de un recorrido por pequeñas localidades afectadas por la despoblación, pero que conservan un encanto especial. El recorrido alterna senda y carreteras locales y nos depara un cañón, un vergel, la llanura de cereal y alguna que otra sorpresa, con sabor a románico sepulvedano.

Una serna era en época medieval una porción de tierra dedicada al cultivo. Algunas de ellas integraron el vocablo en su propio topónimo para nombras a aldeas. Así es el caso de tres de dos de las poblaciones de nuestra ruta, Castroserna de Abajo y Castroserna de Arriba, pertenecientes al Marquesado de Castroserna; también ocurre lo mismo en el despoblado de la Serna de Vellosillo, siendo en este caso la serna uno de los terrenos del rey, según prueba la documentación existente. Las casas y tierras de los Vellosillo pasaron a ser también propiedad del Marqués de Castroserna en 1689. En el caso de Velosillo se mantuvo el nombre del pueblo que correspondería al de la familia de caballeros que llegó con el ejército cristiano en los albores de la reconquista y fundó la población.

En breve, a poco más de un kilómetro y casi en la línea divisoria con Castroserna de Abajo, encontraremos los restos de una ermita románica, posiblemente del XIII, de la que únicamente quedan tres lienzos de sus muros en calicanto. Era la ermita de San Roque, parte de cuya fábrica se empleó para construir otra ermita en su honor a la que está unida por uno de sus muros.

Continuamos nuestra senda, que se estrecha por momento entre el río y los paredones rocosos a nuestra derecha. El ecosistema del cañón del río San Juan es semejante al del resto de cañones calizos y kársticos de la zona de Sepúlveda. En este caso, se trata de uno de unos siete kilómetros que puede recorrerse por senda o por la estrecha carretera que une Prádena con Castilnovo, por la que después regresaremos. El buitre leonado y el alimoche son los señores de la zona, por lo que se recomienda llevar prismáticos para su observación.

Seguimos ahora por la carretera, la SG-V-2346, muy poco frecuentada y en un par de kilómetros avistaremos el final del cañón. Nos sorprenderá la imagen del Castillo de Castilnovo, tan atípico en tierras segovianas, en la umbría que forma el San Juan en este punto. Castilnovo pierde sus orígenes en el siglo X, o incluso antes, aunque fueron añadidos posteriores lo que le dieron la imagen romántica que presenta, más propia de un palacio que de un castillo medieval. No se encuentra, como la mayoría, en un enclave elevado, sino en una fértil vega, protegida por vegetación de ribera.

Castilnovo es una propiedad privada llena de tesoros y con numerosas historias que contar. Como curiosidad, apareció no hace tanto en venta en algunos buscadores por 15.000.000€, pasando por ser el edificio más caro de toda Castilla y León. Estamos pues de pleno en el Condado de Castilnovo, formado por cuatro pequeñas poblaciones, Villafranca, Valdesaz, Torrecilla y La Nava. Tomamos ahora la carretera que sale a nuestra derecha y que nos llevará a la SG-205, dirección a Villafranca del Condado.

Proseguimos siempre a nuestra derecha hasta la siguiente minúscula localidad, Torrecilla del Condado. Hemos dejado atrás la cuenca del mágico río San Juan y ahora entramos en la ribera del río Caslilla. Allí surgió Torrecilla, que pudo tener origen en una torre fortificada en tiempos de la repoblación medieval. Interesante visitar su iglesia, dedicada a San Bartolomé, con su reloj de sol, y sus palomares.

Tomamos dirección norte y seguimos por un camino agrario que, entre campos de cultivo, nos llevará a La Serna de Vellosillo, un antiguo despoblado medieval que guarda las ruinas de lo que fue su iglesia, Santa María de la Serna. Se trata de un imponente edificio que, tras su declive, cumplió la función de cementerio de la próxima localidad de Vellosillo. En la zona se la conoce como la Iglesiona. En su época de esplendor medieval llegó a ser el templo de referencia del propio Vellosillo, una población actualmente anejada a Sepúlveda en un hermoso enclave sobre una loma de pendientes pronunciadas. Vellosillo contaba con tres habitantes en 2018 y pretende ahora relanzarse por iniciativa privada.

Iniciamos la subida a Vellosillo, que atisbamos sobre una hermosa colina de empinada pendiente. Una vez arriba, descansaremos brevemente a las puertas de su templo, construido sobre la antigua ermita del Santísimo Cristo del Refugio, un edificio relativamente moderno, de mediados del siglo XX, pero en el que se utilizaron elementos ornamentales de Santa María de la Serna.

Para evitar regresar por el mismo itinerario, merecerá la pena pasar por Perorrubio y visitar el impresionante atrio de su iglesia románica, San Pedro ad Víncula, en el más puro estilo del románico del Duratón. Llegaremos a Perorrubio por la tranquila carretera SG-V-2334 que une ambas localidades. 

Salimos de Perorrubio por la carretera que sale a nuestra derecha, desde la iglesia, y llegaremos a un camino que, en línea recta nos devolverá a Villafranca del Condado. Desde aquí comenzaremos el regreso, esta vez por carretera, la SG-V-2346, que nos ofrecerá otra perspectiva sobre el cañón del río San Juan. 

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/castroserna-de-arriba-serna-de-velosillo-50620837