Solapos, abrigos, covachos… el arte escondido
Numerosos solapos, abrigos, covachos y cuevas se dejan ver en el paisaje segoviano. Hoy vamos a recordar las cuevas del Cabrón, en el Duratón, posiblemente no tan conocidas como los solapos del Águila y del Molino, los petroglifos de Domingo García o la cueva de la Vaquera en el valle del Pirón, todos ellos representativos del arte rupestre en la provincia.
El río Duratón, en su curso medio, revela la presencia humana, en épocas ya muy lejanas. Un importante número de abrigos y cuevas hablan por sí solos. Algunos de ellos están considerados bienes de interés cultural por la Junta de Castilla y León. ¿Por qué unas simples estructuras naturales tienen esta consideración?
![Las Cruces, las Huelgas, Cabrón 1 y Cabrón 2](https://6d348ff54a.cbaul-cdnwnd.com/cee5759fb44af8112fc61259bb2ad810/200000079-41ff841ffb/Bicucyl.png?ph=6d348ff54a)
Numerosos arqueólogos han estudiado estas manifestaciones tempranas del arte humano y fue la doctora Lucas Pellicer una de las primeras que abrió camino a ser considerada la zona del Duratón, en los treinta y tres kilómetros de su estudio, como un lugar donde "siempre" ha habido vida humana.
Las cuevas allí están decoradas con pinturas rupestres en base a puntos, rayas, líneas paralelas y curvas, restos datados en el Paleolítico. ¿Tendrían acaso algo que ver con la espiritualidad de la época? ¿Qué sentido tiene que esta y otras manifestaciones rupestres del Duratón se den geográficamente en lugares próximos a construcciones religiosas posteriores?
Cuatro zonas están marcadas en el ámbito de Castrillo de Sepúlveda: De derecha a izquierda, Las Huelgas, los dos abrigos denominados del Cabrón (I y II) y el abrigo de las Cruces.