
Toponimias peculiares
Hay paisajes que escapan a la mera percepción sensorial. Hay algo en ellos que sólo seremos capaces de descubrir cuando rastreamos su historia, cuando viajamos por la memoria de sus pasadas identidades, y, en concreto, a los orígenes de su propio nombre...
Antrotopónimos, gentilicios, zoónimos, fitotopónimos, hidrónimos, etnónimos, tautopónimos y algún -ónimo más configuran el paisaje toponómico de esta y del resto de las provincias españolas; hablando en plata, nombres de personajes o de figuras procedencia religiosa, vocablos que denotan la nacionalidad o la procedencia geográfica, nombres relativos a grupos étnicos, sustantivos del mundo animal o vegetal, denominaciones de ríos o de accidentes geográficos... La inmensa mayoría de nuestros pueblos y despoblados derivan de términos que tienen que ver con su paisaje físico o humano y dentro de ese cajón de sastre, los hay pero que muy especiales.
Y en Segovia, qué? Pues también! Cómo no! Por poner un ejemplo de las categorías anteriores, que, a su vez podrían subdividirse, se me ocurren algunos de los muchísimos ejemplos, algunos de ellos compuestos, pues nuestra toponimia de muy amiga de usar nombres y apellidos!
Imagínate! Fuenterebollo (Hidrónimo+Fitotopónimo), Cabanillas del Monte (Orónimo), Domingo García (Antropónimo), Santa Marta del Cerro (Hagiónimo+ Orónimo), Gallegos (Etnónimo)... y así hasta aburrir a cualquier lector. ¿Dónde encajarías a tu pueblo, o al pueblo de tu infancia?
Curiosamente, siempre que visito un lugar me pregunto por el origen de su topónimo, pues, aunque no lo parezca, este aporta información de primera mano sobre la localidad donde estoy. Incluso voy más allá...
Hay lugares o paisajes tan evolucionados, tan distintos de lo que una vez fueron que, además de la tradición, la historia o el uso social, la toponimia se ha convertido en el indicador determinante que los vincula a un territorio, mediante sentimientos de cariño o pertenencia. Les aporta un significado, incluso si han desaparecido...
Puede que la toponimia no sea una ciencia exacta pero la información que proporciona es sin duda valiosa para conocer nuestras raíces y la forma en que se generó nuestro paisaje.