
Tierras de cañones
De las dieciocho entradas de la palabra cañón, nos quedamos esta vez con la décima, "paso estrecho o garganta profunda entre dos altas montañas, por donde suelen correr los ríos."
El noreste de la provincia es tierra de cañones. El del Duratón ha cautivado a muchos, pero no es único en nuestra geografía. En entradas anteriores hemos recorrido el cañón del río San Juan y el del Valle de Tabladillo a Castoserracín; hoy hemos visitado el de Valdehorno, donde nos hemos sentido especiales en su inmensa soledad. Alimoches y buitres, farallones, cuevas y roquedos fantasmagóricos... y dos pueblecitos todavía supervivientes a la despoblación, Carrascal del Río (origen del recorrido) y Castrojimeno (final del trayecto), donde los fósiles hablan por si sólos de tiempos muy muy lejanos.
Se trata de una ruta de unos 6 Km en total que discurre por un angosto valle a orillas de los arroyos Valdehornos y Valdecarreras. Atravesaremos al principio campos de cereales, pero siguiendo el cauce del arroyo, nos adentramos en el valle. Busca en la ruta la cueva de los Carlistas y la fuente Pascuala, un refrescante manantial...